Una cabra, un perro o cualquier otro animal silvestre arremete contra un coche en una carretera secundaria. Lo hemos visto en algunos vídeos que circulan por las redes sociales o incluso nos ha podido pasar en alguna ocasión… ¿Qué pasa entonces? ¿Lo cubre el seguro? ¿De quién es la culpa?
Con la nueva modificación de la ley de tráfico, desde mayo de 2014, , la norma general dice que el conductor será el responsable en los accidentes en que se vean implicados animales, concretamente las especies cinegéticas (cabra montés, ciervo, corzo, gamo, rebeco, conejo, jabalí, zorro, lobo, perdiz, paloma, pato, ganso, etc).La norma general de la responsabilidad del conductor en el accidente con animales tiene dos excepciones:
• La primera es cuando ha habido, por parte de terceros, acción de caza colectiva de una especie de caza mayor. En este caso el responsable será el propietario del terreno.
• La segunda excepción se da cuando el accidente se produce a consecuencia de la falta de señalización de animales sueltos o por culpa de desperfectos en el vallado y en ambos casos será responsable el titular de la vía (generalmente, la Administración pública). Fuera de estos casos, el conductor pagará sus daños y los de los otros vehículos afectados, si los hubiera.Ahora bien, conscientes del problema, algunas aseguradoras ya disponen de coberturas ampliadas optativas (si la quieres, la pagas) o incluidas en el todo riesgo, opciones que es recomendable consultar con un profesional del sector. Estas coberturas ampliadas cubren los daños ocasionados por impacto de animales cinegéticos, de granja, domésticos y de explotación ganadera.  El único requisito que nos impondrá la aseguradora es la existencia de atestado policial, así que no te vayas del lugar del accidente sin haber llamado a la policía para que se presente a hacerlo.                                                                                                                                                                                                                  Fuente: tiempo seguro